En el ámbito de las organizaciones sin fines de lucro, los directores ejecutivos juegan un rol crítico al dirigir y gestionar las operaciones y misión de las organizaciones. Y en ese mundo de liderazgo, hay tantas historias de reinvención, innovación, resiliencia, visión y colaboración –entre otras cualidades y habilidades– que gustan escucharse y meritan ser consideradas como ejemplos de inspiración, motivación e impulso dentro de las comunidades migrantes.
Disfruta a continuación esta corta entrevista que le realizamos a Analía Bertoni, de orígen argentino, y quien es actualmente la Directora Ejecutiva de la organización Villa Comunitaria, un espacio que tiene como visión fortalecer la comunidad de latinos e hispanos al dar atención a las familias más desconectadas y con mayor necesidad. Ella nos habla un poco sobre su rol, el desempeño y crecimiento de la organización estos últimos años, y parte de su historia de inmigración que enmarca dentro de su valioso mensaje para este Mes de la Herencia Latina.
Latina Seattle: Analía, ¿cómo ha sido para tí ver el crecimiento y fortalecimiento de la organización Villa Comunitaria al día de hoy?
Analía Bertoni: Ver el crecimiento de Villa Comunitaria en estos últimos años ha sido enormemente alentador, además somos una organización fundada por mujeres y dirigido por mujeres, lo cual me llena de orgullo. Tenemos una misión muy altruista: cultivamos líderes para crear una comunidad más fuerte y esta afirmación nos guía en la motivación de llegar siempre a más personas, con los programas y servicios que las familias necesitan.
Por ejemplo, en el evento De Regreso a Clases (realizado el pasado 8 de septiembre) llegamos con recursos de información y de materiales a más de 400 familias, eso nos llena de satisfacción. Este tipo de eventos con masiva participación nos habla de la solidaridad y alcance que tenemos con los latinos.
Algunas fotos en el evento Regreso a Clases en Sept 2023.
El fortalecimiento de Villa Comunitaria ha sido acompañado con el crecimiento de la comunidad latina que ha venido al noroeste de EE.UU en busca de una vida mejor. Nuestra organización nació en el 2005 con una persona a tiempo parcial; hoy somos un equipo de 25 compañeros comprometidos y empeñados en alcanzar a las familias más desconectadas y con más necesidad.
Ofrecemos una atención holística a las necesidades de la familia. En nuestros programas las personas pueden encontrar clases de tecnología, inglés, educación financiera, grupos de juegos en las bibliotecas, una cooperativa infantil, una cooperativa de productos orgánicos, entrenamientos para líderes y el acompañamiento con servicios de ayuda directa en nuestras oficinas abiertas de lunes a sábados en South Park.
LS: ¿Qué es algo que te desafió y algo que te emocionó este año en tu rol como Directora Ejecutiva?
AB: Definitivamente el desafío más grande ha sido convencer a las fundaciones y gobierno para el apoyo financiero en la compra de un edificio que nos ayude a seguir creando comunidad.
En el 2013 un grupo de Promotoras, mujeres líderes, crearon una lista de programas que hoy ofrecemos, los programas que hoy tenemos han sido inspirados por ellas (los encuentras en www.villacomunitaria.org).
El reto después de nuestro crecimiento es el espacio. Los programas ahorita están siendo ofrecidos en diferentes espacios: Hub del Puerto de Seattle, Edificio de Vecindarios en South Park y South Seattle College. Un caso específico que no limita es proveer cuidado de niños en un espacio adecuado cuando los padres están tomando una clase o participando en una actividad. La mayor parte del tiempo tenemos a los niños en el pasillo del edificio, lo cual no es muy dignificante.
Nosotros soñamos con un espacio donde nuestra comunidad sienta pertenencia, en momentos de sosiego las familias puedan venir a celebraciones y fiestas y, en momentos de emergencia, como inclemencia del tiempo, podamos ofrecer un lugar seguro donde resguardarnos.
Como toda familia, queremos un lugar estable, con una cocina grande y salones para los niños y otro espacio para los jóvenes y otro para los padres, donde se pueda aprender música, baile, teatro, adquirir las herramientas para la vida, un espacio merecido, donde podamos ofrecer calidad, confort y seguridad para todos.
Siempre me emociona saber que gracias a nuestra ayuda alguien obtuvo la ciudadanía y pasó la entrevista, o que alguien se decidió entrar al colegio comunitario, que gracias al avance en las clases de computación varias personas consiguieron trabajo, me emociona ver que alguien llega a la oficina abrumado con tantos problemas y se va con una sonrisa porque le ayudamos a pagar la factura de la luz, me emociona cuando nos unimos en el desafío del otro y se expresa solidaridad.
Ls: ¿Cómo celebras y honras tu herencia latina e hispana, tanto personal como profesionalmente?
AB: Es interesante tu pregunta porque recientemente alguien me preguntó qué diferencia hay entre latino e hispano y es bueno recordar que esta es una construcción americana que trata de diferenciar lo que somos frente a lo que quieren retratar de nosotros. Creo que me inclino por el término latina, para alejarme del término hispana para referir a la madre patria que trajo tantas desgracias a este hermoso continente.
Yo entendí que era latina cuando llegué a Estados Unidos desde Sudamérica en el 2001. Cada aplicación que llenaba me confrontaba más a mi rol secundario en este país por la raza y condición de inmigrante. Poco a poco se te quita el velo y te das cuenta de la discriminación y diferencias que hay [aquí]. También me di cuenta de que, como latinos, no contamos en la narrativa de la historia de la construcción de este país. Pero no hay duda de que es un país generoso y que me he buscado las oportunidades para avanzar.
La celebración de mi herencia latina la celebro hablando el español, en Villa Comunitaria tenemos nuestras reuniones de staff en español, amo nuestro idioma, también la música, el baile, el cine, el arte y la lectura, celebro la comida de tantos países hermanos que nos regalan sus sabores. En el noroeste somos privilegiados de contar con una numerosa diversidad de latinos que nos traen sus costumbres para compartir. ¡Amo la diversidad!
En la imagen: Parte del equipo en Villa Comunitaria.
LS: Siendo este mes especial, ¿planificaron alguna colaboración clave de la que nos puedas compartir?
AB: Este es un mes muy movido para Villa Comunitaria. Hay grandes eventos en todos lados, como las Fiestas Patrias y varias galas de organizaciones hermanas como Para los Niños y Latino Community Fund.
En estos tiempos estamos ocupados en alcanzar a la comunidad latina donde esté, vamos adonde ellos asisten y participen y estamos ahí entre ellos, hablando, preguntándoles que necesitan, ofreciéndoles servicios gratuitos y expandiendo las conexiones.
Celebrar la latinidad en este país es de alguna manera también una oportunidad para colaborar y apoyarnos entre nosotros para cumplir nuestros sueños. Es parte de la visión de Villa Comunitaria: apoyar a que las familias prosperen y darles ánimos para participar. Por eso durante las celebraciones salimos a las calles a ofrecer ese apoyo y la oportunidad de salir adelante en comunidad.
LS: ¿Cuál es el mensaje que quieres destacar durante este mes de latinidad?
Ab: En este mes de la latinidad quiero destacar el sacrificio y valor de nuestra gente inmigrante. Nosotros, como inmigrantes, llegamos para encontrar un espacio, pues no nos lo dieron en nuestros países de origen. Y ganamos ese espacio con trabajo y dedicación.
Mi historia es un reflejo de este mensaje, yo hice todo lo posible por quedarme en mi amada Argentina, pero llegó un momento en que tuve que pensar, no en mí, pero en el futuro de mis hijos e hice la decisión más grande de mi vida allá por el año 2001. Con mis hijos de 11 y 14 años nos vinimos sin nada y empecé de cero.
Hoy sé que hice una buena decisión. Con mucho sacrificio, pero sin quedarme aislada, hice conexiones con otras personas y pedí ayuda. Tengo una larga historia con South Park, pues fue donde encontré a las personas que hablaban español cuando llegué y me apoyaron a descubrir las organizaciones sin fines de lucro y su labor importante cubriendo la brecha entre gobierno y sociedad.
Hoy, puedo decir que logré el sueño americano: tengo dos hijos que se graduaron de la universidad de Washington, tengo el mejor trabajo del mundo, compartiendo mi pasión con todo el equipo y lo que me resta es abrir camino y compartir lo que sé con las personas que tengo alrededor.
Mi mensaje para esos inmigrantes que recién llegan a formar parte de la comunidad latina es: sal de tu casa, pide ayuda, habla con personas, avanza en y toma ventaja de este mundo informático (aprende computación e inglés), y apoya a tus hijos a terminar la secundaria y a seguir una carrera.
Apreciado lector/a, si ejerces en un rol ejecutivo en alguna de las nonprofits en el PNW, y te gustaría compartir parte de tu experiencia, conocimientos y logros, estás invitado a contactarnos, será un gusto conocerte.