Jason Díaz asegura que con cada pastel que hace tiene la oportunidad de educar sobre historia y compartir cultura –deliciosamente cubana–

Jason Díaz asegura que con cada pastel que hace tiene la oportunidad de educar sobre historia y compartir cultura –deliciosamente cubana

Este emprendedor entusiasmado se inspiró en las memorias de su niñez para perseguir una oportunidad en el sector culinario.

Actualmente Jason Díaz está trabajando como Gerente de mesa para una compañía de tecnología en el área local de Seattle, en donde ofrece soporte técnico para computadoras y usuarios. Sin embargo, en sus 10 años trabajando en la industria Tech no ha dejado de lado su curiosidad pare seguir explorando donde aprender y crecer proyectos efectivamente.

Díaz vivió en Miami la mayor parte de su vida y al ser hijo de padre cubano y madre puertorriqueña estuvo expuesto a deliciosas comidas, mezclas y sabores desde su hogar. Ahora, con 8 años que ya tiene viviendo en Seattle, él confiesa que una de las situaciones difíciles que presentó al adaptarse al estilo de vida de esta ciudad fue al distinguir a la comunidad latina. “Venir de Miami, donde la comunidad latina era la mayoría, y mudarme a Washington, donde ese no es el caso, tomó un tiempo para acostumbrarme. Fue difícil encontrar algo que me hiciera sentir como en casa hasta que decidí explorar y ver todo lo que Washington tiene para ofrecerme”, dice. Y como algo común cuando buscamos por ese sentido de pertenencia y aceptación en un nuevo lugar, él también se dedicó a encontrar y conocer esos espacios o rincones que lo hicieran sentir familiar, “los lugares latinos locales como La Isla y Café Con Leche realmente me hicieron sentir como en casa”.

Con cada recorrido por la ciudad, notó la diversidad de establecimientos comerciales y sus opciones gastronómicas, haciéndole añorar y buscar una panadería cubana local. Y en ese intento fallido, se le alumbró el bombillo y se designó a crearla, “comencé a aprender [a hacer] y hornear todos los dulces que disfrutaba mientras crecía, durante mi tiempo libre”, agrega. Y justo en la etapa de pandemia, cuando muchas personas experimentaron los cambios más significativos en sus vidas profesionales y personales, es cuando él más se enfocó en hornear y deleitar a sus familiares y amigos con platillos y postres sin igual. Tanto así que luego de recibir agradables comentarios y sugerencias, se llenó del impulso necesario para formalizar Havana Sweets Bakeshop como negocio en Washington el año pasado, llegando esto a ser algo de lo que “no podría estar más feliz”.

Nos complace traer parte de las historias de emprendimientos que enseñan maneras de hacer negocios y compartirlas a través de nuestros espacios en Latina Seattle, y con la de Jason Díaz sentimos que destacamos a alguien quien nos refleja la importancia de sondear la factibilidad de las cosas que tenemos en mente. A continuación, conoces más de su interesante trayecto.

Sembrando corazón en el Pacific Northwest

Díaz ha ido valorando la diversidady riqueza de la comunidad latina e hispana en estas regiones de los Estados Unidos. En general, el comenta cuánto le encanta la fuerza y la vibra que encuentra alrededor, al mismo tiempo que describe a su gente como “solidarios, amables e interesados en el éxito de los demás”.

Las experiencias y vivencias que ha tenido en estos 8 años le han permitido intentar diferentes formas de conectarse y acercarse a la gente porque él también tiene su deseo de seguir apoyando a dueños de pequeños negocios, especialmente los negociantes y comerciantes en la comunidad de inmigrantes.

“Significa mucho para los empresarios saber apoyarse y establecer contactos entre sí. En Seattle, encuentro que todos son un gran apoyo y realmente hacen todo lo posible para ayudar con lo que pueden”, expresa Díaz cuando habla sobre el por qué de contribuir en redes de negocios proactivas. “Espero poder colaborar más con otros emprendedores”.

De los lugares que le asombraron visitar recién llegado, nos menciona a la Península Olímpica, el Gas Works Park y las playas costeras. Todos estos lugares le recuerdan lo hermoso que es el mundo y lo importante de aprovechar y reenergizarse con el ambiente, “cada vez que quiero escapar, voy a uno de esos lugares”, agrega.

Durante la pandemia, él aprendió a “no dar la vida por sentado y que el tiempo es precioso y no debe desperdiciarse”. Y una de las anécodotas divertidas durante estas fechas fue comparar platillos, recetas y comidas, “recuerdo haber probado el perro caliente de Seattle por primera vez. Nunca pensé que el queso crema en un perro caliente funcionara, ¡pero en este caso es realmente bueno!”, añade. Sin embargo, el primer platillo local que degustó y le encantó fue un sandwich, “caliente de Honey Hole en Capitol Hill y fue uno de los mejores sandwiches que he comido”.

Su trayectoria con el negocio de comida

Aunque Díaz destaca que ama Miami y que todo lo aprendido allá refleja mucho lo que es hoy y en lo que se ha convertido, afirma que al mudarse a Washington tiene ahora muchas más oportunidades nuevas y de las cuales está disfrutando a su ritmo, y en donde felizmente muestra de las cosas que tanto amaba en su anterior ciudad y de la cultura latinx/hispana.

“Con este proyecto, estoy emocionado por lo que está por venir y siempre trato de esforzarme para probar cosas nuevas. Tengo muchas ganas de seguir mejorando mi conocimiento en la gestión de un negocio y también seguir desafiándome a mí mismo en la cocina”, expresa el emprendedor sobre su plan de negocio y cómo afecta su forma de trabajar. “Trato de seguir algunas cosas cuando me enfoco en el crecimiento del negocio. Establecer metas y sentirme cómodo sintiéndome incómodo es lo que estoy descubriendo que tiene un impacto en el éxito del negocio. También he encontrado muchos valores al pasar tiempo con otros empresarios con ideas afines”.

Y sabiendo la gran importancia que tiene el marketing en todo tipo de negocio, e indiferentemente de su tamaño, él comparte lo que han sido lecciones y aprendizajes en esta área: “realmente quiero asegurarme de que con cada nuevo pastel eduque la historia y comparta la cultura detrás de lo que hacemos. Solo espero representar la cultura latinx/hispana lo más auténtica posible. Me gustaría crear conciencia y mostrar todas las cosas increíbles que nuestra cultura tiene para ofrecer”.

Sus objetivos, planes de constante crecimiento y más

Le preguntamos a Díaz qué 3 cosas hace para asegurarse de lograr las metas que tiene con su negocio, a lo que él nos respondió, “manejo del tiempo, enfoque, asegurarme de divertirme, y al mismo tiempo mantener la pasión por lo que hago. Es muy cierto lo que dicen ‘si estás haciendo algo que amas, no se siente como un trabajo’. Comenzar este negocio ha sido un verdadero sueño hecho realidad”.

Los 5 productos que no faltan en su espacio de trabajo son su teléfono, bloc de notas, auriculares, batidora de cocina y horno, y añade que “si pudieran hablar, definitivamente dirían que necesito dormir un poco [más]”.

Y si te preguntas cómo de desestreza en su día a día, este caballero te mostraría su lista de canciones preferidas, porque según él, encuentra tranquilidad, relajación e inspiración escuchando música mientras prueba cada receta nueva. La música le ayuda a reducir la velocidad de su ritmo diario.

Foto: Jason Díaz (derecha) con Robert Vazquez en el primer pop up que hicieron en enero oficialmente como Havana Sweets Bakeshop en la 9th & Thomas donde queda HQ3.

Cerramos esta grata conversación conociendo cómo desea continuar contribuyendo en la comunidad y sus visiones para los siguentes 3 años. “El objetivo final es poder tener una tienda para Havana Sweets Bakeshop para que podamos ofrecer comida cubana todo el tiempo”, comenta, “espero brindar un espacio para que las comunidades latinas e hispanas se sientan bienvenidas y como en casa”.


Para conocer más de nuestro entrevistado, visítalo en su website oficial y redes sociales.

Website: HavanaSweetsBakeshop.com

Instagram: Havana-Sweets-Bakeshop.


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