¿Qué significa trabajar con varios artistas juntos y exhibir de manera armoniosa las diferentes disciplinas que practican con pasión? Sharon Chinchilla está entendiendo de eso justo ahora. Esta costarricense con más de 25 años en los Estados Unidos y quien este mes de junio cumplió 4 en Washington, llamando a Seattle su nuevo hogar, creó un proyecto con la intención de sentirse más acompañada, expresar sus raíces culturales, y servir como plataforma de visibilidad a tantos artistas independientes que ella notaba a su alrededor: The Chinchilla Collective.
La historia de emprendimiendo de Chinchilla es una de esas que nacen cuando se busca por un escape ante las situaciones que abruman y afectan la capacidad de adaptación en un nuevo ambiente. Durante el 2020 (a inicios de las restricciones por la pandemia COVID-19) ella había estado sintiéndose solitaria y confundida al ver que su estilo de vida en esta ciudad lo llevaba muy diferente a lo que estaba acostumbrada a hacer en Miami, donde préviamente radicaba.
Siendo una mujer soltera, en un lugar que no conocía y con pocos contactos, ella admite que se angustió al imaginarse tener que experimentar estas fechas de pandemia (sin idea de por cuánto tiempo) en las condiciones en las que se encontraba. Extrañaba a su familia, la algarabía de algunos escenarios y la alegría que le proporcionaba tan solo ir a tomar café con alguno de sus amigos. Creerse encerrada, justo en los días cuando a ella le urgía salir a hacer comunidad y socializar, la asustó. Sin embargo, retomó una actividad que se convirtió en su terapia y luego fue el bombillo que iluminó su idea para lanzar el colectivo artístico: Regresó a su pasión por el arte y la naturaleza ahora explorándolo con un enfoque profundo.
Chinchilla es graduada en Ciencias Ambientales y mantiene su tienda oficial en Etsy donde aparecen un par de productos que dieron pie a esta entrevista para Latina Seattle. Vende unos deliciosos dulces típicos, como el dulce de leche, y unos hermosos terrarios que ella cuidadosamente describe con un estilo bastante atractivo. Es probable que a muchos les atraiga la frase con la que presenta su tienda: “¡Nos especializamos en golosinas caseras y muy codiciadas, tesoros y placeres terrenales!”
Apreciado lector, sigue leyendo porque en sus respuestas vas a conocer detalles interesantes que comunmente suceden al inicio de muchos emprendimientos.
Interprétanos esas emociones y alegrías con este proyecto. ¿Qué hay tras todo esto?
Para la gente latina, con poca excepción, es difícil establecerse en este país. Casi siempre se requiere ayuda de un familiar, un amigo, un abogado, un juez misericordioso, y un Dios que nos guíe. Poder llegar a este país es siempre el primer obstáculo que debemos superar. Para mí este proyecto simboliza los obstáculos que ya he superado y también mi decisión de establecerme en este país. Aún más importante, este proyecto es una plataforma que yo he creado para poder compartir mis raíces latinas. Aparte del arte que mostramos durante nuestros eventos, yo ofrezco comida típica de diferentes países Latinoamericanos –empanadas colombianas, pastelitos cubanos, dulce de leche, y otros postres costarricenses, etc. –. Cada vez que la gente llega a admirar nuestra arte, les brindo una oportunidad de probar alguna cosita rica que tal vez nunca han probado. Casi siempre cada venta e interacción resulta en una conversación sobre la cultura latina y para mi esto es manera de pagar homenaje a mi país y a mis raíces. Es mi manera de romper con el racismo anti-latino, un dulce de leche a la vez.
Emprender es una actividad desafiante y transformadora que lleva a descubrir tantas cosas en uno, ¿qué te fue sucediendo en este proceso?
Esta es mi primera vez en empezar mi propio negocio. Tuve esta idea y después me tocó buscar muchas respuestas. Me preguntaba, ¿cómo se llamará mi negocio? Y ¿como empiezo una página web? ¿Cuánto cuesta sacar una licencia y cómo voy a promover el negocio si nisiquiera tengo una imagen, un logo que la gente reconozca? Paso a paso fui encontrando los recursos que existen a mi alrededor y, gracias a Dios, llegué a la información disponible en el internet que en serio fue una gran ayuda. Yo diría que lo más difícil con todo esto ha sido encontrar suficientes horas en el día para hacer todo lo que haga falta. Y un gran consejo que me han dado otros amigos que tienen sus propios negocios, es que uno siempre debe encontrar tiempo para descansar y pasar tiempo con su familia. Uno no se puede regalar enteramente a un negocio e ignorar sus deberes familiares. Hay que encontrar un balance.
… soy la única latina en el proyecto y me encantaría tener más representación de nuestra cultura.
SC.
¿Qué tienes para Chinchilla Collective en la mira pronto?
Este año yo pienso introducir más y más artistas. Por ahora, somos trece y hay varias personas que me han comentado que les gustaría ser parte del “Collective”. Creo que mi tarea más grande va a ser poder conectar y encontrar más artistas latinos. He intentado trabajar con varios de ellos pero o viven muy lejos de Fremont/Ballard o no están disponibles. Por ahora, soy la única latina en el proyecto y me encantaría tener más representación de nuestra cultura.
¿Dónde se presentan ustedes y qué significado van tomando todas estas programaciones que realizas?
Nosotros mostramos nuestra arte todos los Domingos. Los Domingos que no estamos en el Freemont Sunday Market, tenemos una galería popup en el bar de mi amigo, un lugar también en Freemont que se llama Bar House. Los días que estamos en el Freemont Sunday Market, estamos ahí desde las 10a.m. hasta las 4 p.m. Los otros días, cuando estamos en Bar House, el popup se llama “Meet Your Makers” y se lleva a cabo desde las 4a.m.-10 p.m. cada otro Domingo.
Esos días en el bar vendo la comida latina. Hay dos cosas que me encantan de poder hacerlo de esta manera y con este negocito. La primera que ya mencioné, el poder compartir mi cultura con los demás. La otra es poder ayudar el negocio de mi amigo. Lo veo como un beneficio mutuo. Él me da un lugar donde puedo mostrar el arte, y nosotros le traemos clientes a su establecimiento. Nosotros vendemos arte y vendemos bocaditos pero no vendemos tragos ni bebidas, así ellos pueden hacer ventas también. Así hay comunidad; es una comunidad artística, es una comunidad de nuevos amigos y nuevos clientes, y [recalco] me encantaría que hubieran más y más latinos que puedan formar parte de esta comunidad.
En unos tres años espero haber realizado mi sueño de tener un lugar donde la gente pueda llegar y hacer donaciones de materiales para arte y jardinería, y así nosotros poder seguir compartiendo con la comunidad. Es algo que tengo en mente y lograrlo me haría muy felíz.
Para conocer más sobre nuestra entrevistada, encuéntrala en:
Instagram: The Chinchilla Collective.
Etsy: www.etsy.com/shop/ColectivoChinchilla.
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